A donde me lleven mis pasos. . .

Sí, es cierto hace mucho tiempo que no escribo.

Excusas tengo muchas, el estudio, los amigos, las noches de fiesta. Pero esto no puede seguir así. Me han pasado cientos de cosas desde que no escribo. Nuevos reportajes publicados en la web en la que colaboro, nuevos pases de prensa, exámenes, presentaciones de trabajos y pases de prensa y codearme con un actor de Hollywood.Bueno el actor es Brian Cox.

Ahora si queréis podéis dejar de leer. Espero que no.

Ya hace un año de los primeros nervios en mi antigua universidad, los temidos exámenes finales

estaban cerca o si mi memoria no me falla, ya había realizado alguno. Pero mi mente no pensaba

en las pruebas finales, sino en los preparativos para la posible mudanza a Madrid. Nervios por elegir una nueva universidad, las ventajas de la Carlos III, frente al prestigio de la Complutense, en la cual se habían formado muchos de los rostros más conocidos del periodismo nacional.¿Residencia o colegio mayor? Esta era otra de mis dudas cuando todavía nada era seguro. Mi cabezonería ganó la partida al sentido común de mi madre.

Me vine a Madrid. Nueva ciudad, sola, llena de inseguridades. Las primeras semanas fueron

horribles, la comida de mi residencia hacía que echase de menos los manjares que preparaba

mi madre. Mis mejores amigos no estaban aquí, por suerte seguían detrás del hilo telefónico. Nunca había estado tanto tiempo sin mi familia.

Poco a poco me fui adaptando al ritmo de la ciudad, a sentirte sola entre la multitud, esta es la sensación que tengo cada vez que paseo por la Gran Vía. Cada persona esta en su mundo, con su iPods o sus Blackberrys. Me encanta nadie te presta atención. En los días de agobio o cuando necesito pensar camino por la arteria central de Madrid.

La gente. Que me apoya, que me ha ayudado, que me sigue acompañando en el camino. Incluso los que

decidieron salir de el, porque las cosas no eran lo que creían.

Todos me habéis ayudado a crecer. A ser mejor persona.

A confiar y desconfiar. A saber pedir perdón. Habéis conseguido que cambie, para mejor, eso creo.

Sólo decir que voy a seguir luchando por mis sueños.

A continuar a donde me lleven mis pasos.