Que rápido pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando empezó el curso. Nuevas asignaturas, nuevos profesores, nuevos compañeros y nuevas ilusiones. Pero sí, ya se ha terminado. Un curso que comenzó lleno de ilusiones y a terminado cargado de buenos propósitos para el siguiente año.
Conocimientos, buenos amigos, nuevas experiencias, muchos golpes y sobre todo de buenos momentos por las calles de Madrid, de todo esta están llenas mis maletas.
Y ahora me toca vivir una semana en un piso. Con cuatro chicas, las cuales no
conozco de nada, pero parecen simpáticas y agradables. Cocinar, limpiar y lavar ropa. Esto es lo que toca durante estos siete días. Lo de preparar la comida, me parecía más complicado, pero en el fondo no lo es. Y lo de limpiar, con pasar la fregona es suficiente, ya que limpian la casa una vez a la semana.
Compartir piso, una nueva experiencia más guardada en mis maletas.
Amigos y buenos compañeros. Gente a la que voy a echar mucho de menos durante este verano.
Y otras personas a las que espero no volver a ver, pero estos son menos.
Buenos recuerdos conservados para siempre en las fotografías.
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