Apuntes, teatro y pie hinchado

Por fin tuve mi primer examen al estilo madrileño. El martes 2 tocaba examen de sociología, la semana anterior a esta fecha estaba muy tranquila, lo llevaba bien, lo había repasado, tanto es así que el viernes y sábado anterior salí por la noche.
El finde lo pasé en casa de mi amigo Pablo para estudiar y darnos ánimos. Esas noches salimos en plan tranquilo, el viernes estuvimos en un bar hasta las 3 y después nos pusimos a estudiar un ratito. Fue un fin de semana muy entretenido y productivo.
El lunes fui con Bea a ver una obra de teatro que se representó en la Resad (Real Escuela Superior de Arte Dramático). Durante las 2 horas que duró desconecté totalmente de la tensión y nervios por el examen del día siguiente.
Por fin llegó el martes, por la mañana me entraron los nervios de verdad y el agobio y conforme se acercaba la hora del examen iba a peor. Llegué a la uni 20 minutos antes. Cuando tuve el folio en blanco y la profesora comenzó a dictar las preguntas, me quedé en blanco, no me acordaba de nada. Cerré los ojos y respiré y empecé a recordar otra vez. Pero no se podía dejar ninguna pregunta sin respoder porque si lo hacías la profesora no seguía corrigiendo. A si que me parece que no lo voy a aprobar porque la pregunta sobre la Escuela de Frankfurt no la contesté. Pero ya está hecho y no sirve de nada lamentarse.
El miércoles volví a la Resad a ver otra representación. La sala donde tenía lugar la función era pequeña y agobiante. Hacia mucho calor y empecé a sentirme mal. Mi pie estaba hinchado y me dolía mucho. Pero esto tenía explicación. Unas horas antes cuando bajaba las escaleras del metro se me retorció el pie. Así que salí de la sala y al rato salió Bea y cogimos un taxi para ir a la residencia. Mercedes, la directora de la residencia, me llevó al hospital. Aquí me hicieron unas radiografías y me dijeron que tenía un esguince leve en el tobillo.
A si que llevo 3 días sin salir de mi habitación, bueno voy al baño y salgo a la terraza con las muletas que me han prestado. ¡Ah!, tengo que darte las gracias Teresa por traerme esos platos de comida tan rica, en cuanto hagamos el último examen te invito a un desayuno. Y bueno también gracias Bea, por subirme el desayuno.
Asi que el lunes por fin saldré a la calle, espero aguantar hasta entonces.
Un saludo!