9.27.2009

Los madrileños no nacen, se hacen


Un día, ese es el tiempo que llevo en Madrid. Ayer sobre las 11 de la mañana me instalé en mi residencia. Esta situada en le barrio de Salamanca, una zona residencial y muy tranquila. Tras colocar las maletas en mi habitación, fui a buscar un Starburcks para tomarme un Caramel Machiato. Después visité el Museo de cera, que se encuentra cerca de la plaza de Colón. Una vez que comí me dediquéa callejear por el centro. Los nervios por el cambio de ciudad seguían en mi estómago.
A la tarde cuando regresé a la residencia me senté en la sala común y hablé con los dos compañeros que estaban ahí. Tengo que reconocer que al principio tenía un poco de miedo porque no sabía como iba a ser la gente, pero todos son muy majos y simpáticos. Mi compañera de habitación es de Huesca, aunque ahora ya no comparto la habitación con ella porque me han trasladado a mi dormitorio definitivo. Esta situado en la planta alta, al lado de la terraza. Es una habitación con dos mesas azules, dos flexos negros, un armario empotrado de color marrón y con espejos en las puertas, una estantería blanca con cuatro baldas, unas literas rojas y blancas y tres ventanas así que es muy luminosa.
La primera noche la pasé jugando al trivial con mi ex compañera de cuarto, un chico de Galicia y una italiana. Por tanto en esta residencia hay personas de Italia, de EE.UU,y por supuesto del resto de España.
De momento me he adaptado muy bien a mi nueva ciudad y a mis nuevos compañeros. El lunes sabré si me adapto igual de bien al ritmo de la universidad.
Mañana tengo pensado asistir a la convocatoria que va a tener lugar en La Cibeles para apoyar al candidatura olímpica de Madrid, asi que poco a poco me voy mezclando entre los madrileños.

Saludos.

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