
El primer día de curso estaba muy contenta y nerviosa. Nervios porque comenzaba una nueva etapa en mi vida. siempre me había imaginado ese momento y por fin se iba a hacer realidad. Cuando tuve la confirmación de que había sido admitida en la universidad dí saltos de alegría y me puse a llorar de la emoción. Salí corriendo de mi habitación y se lo conté a mi madre y después llamé a mis amigas. Volvamos al primer día de clase. Tras un discurso de bienvenida sirvieron un lunch.
Y
llegó el gran momento, la hora de conocer a Borja. Él un chico rubio de ojos azules y de estatura media, miraba el tablón en el que estaban colocados los horarios, me acerqué a echar un vistazo y él me preguntó :" ¿es este el horario de 1º d periodismo ?". Desde entonces no nos hemos separado .

Llegaron los exámenes de enero. Eran los primeros que realizaba en la universidad. Unos eran de tipo test y otros de desarrollar, como los de antropología y Documentación. Antes de cada prueba respiraba profundamente e intentaba relajarme. Los últimos minutos se me hacían eternos, todo el mundo escribía muy rápido, pero yo terminaba antes. Por fin terminaron y volvió la calma.
En mayo despertó en mi cabeza la idea de estudiar en Madrid, digo despertar porque desde hacía unos cuatro años tenía ganas de ir a la capital de España.
Terminó el curso y por el camino aparecieron buenas personas que todavía siguen ahí y otras ya no.
En este año siento que he crecido como persona y he aprendido muchas cosas. Aunque es cierto que la última parte del curso se me hizo muy dura porque ya no me encontraba tan agusto.

Y ahora que me voy a ir no me voy a olvidar de ti. Y ya vas a tener una excusa para ir a Madrid.
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